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Punto de inflexión económico

Inflación y tipos de interés ¿Qué viene ahora?

Contenido Técnico elaborado por Expense Reduction Analysts

Navegar a través de estos tiempos cambiantes puede parecer desalentador, sobre todo cuando hay que lidiar con las presiones de la inflación.

En todos los sectores, estamos viendo cómo las empresas aprovechan la oportunidad para racionalizar sus organizaciones, desde la reducción de plantilla hasta la priorización de las inversiones en proyectos clave que son fundamentales para sus operaciones. Cada libra, cada euro y cada dólar son importantes en una crisis, por lo que es fundamental conocer el rendimiento de la inversión en proyectos clave o en la cadena de suministro.

En tiempos de incertidumbre económica, algunas organizaciones se refugian en la seguridad, confiando en fuentes de ingresos probadas y comprobadas para proporcionar seguridad mientras la confianza del mercado es baja. Otras empresas aprovechan la oportunidad de innovar y explotar las lagunas del mercado para desarrollar nuevos enfoques, rompiendo los modelos de negocio tradicionales en favor de productos y servicios ágiles y muy centrados en el cliente.

Sabemos que no hay una solución milagrosa para resolver la incertidumbre económica. La estrategia es clave y las empresas deben comprender el camino que desean seguir para obtener beneficios tanto a corto como a largo plazo. Es crucial que las organizaciones analicen su modelo operativo e identifiquen las fuentes de despilfarro y las oportunidades de reducir el gasto.

Este documento presenta las perspectivas económicas actuales y examina los efectos de la inflación y los tipos de interés, así como la forma en que las empresas afrontan la incertidumbre.

PREVISIONES ECONÓMICAS

Las previsiones económicas de organizaciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) apuntan a un crecimiento lento en Estados Unidos y a una recesión poco profunda en la zona euro, junto con una inflación elevada (véase el gráfico siguiente) En el Foro Económico Mundial de Davos a principios de año, el ambiente era más optimista debido a tres posibles vientos de cola para la economía mundial: La reapertura de China y la previsión de un auge del “gasto por venganza”, la caída de los precios de la energía que supone un alivio en Europa y el impulso de la Ley de Reducción de la Inflación a la economía estadounidense. Sin embargo, la cautela sigue siendo necesaria, ya que los bancos centrales siguen luchando contra la inflación, y las tensiones geopolíticas pueden seguir sorprendiendo en 2023.

Las previsiones varían significativamente en las principales economías.

Economic forecast for GDP growth and inflation from OECD, IMF and a median and range from a poll of economists.

Esta exposición consta de dos gráficos que muestran las previsiones de crecimiento del PIB y la inflación en EE.UU, Alemania, Reino Unido, Japón y China. Los gráficos muestran una amplia gama de previsiones sobre estas medidas para todas estas grandes economías, especialmente para Alemania.

La economía europea muestra resistencia… pero la recuperación será lenta.

La economía europea lleva desacelerándose desde mediados de 2022, con una inflación que sigue superando el crecimiento de los salarios nominales y actuando como lastre para el consumo. Aunque la subida de los tipos de interés también ha pasado factura, el crecimiento económico sorprendió al alza, con un PIB estancado en el cuarto trimestre de 2022 y un crecimiento probablemente modesto en el primer trimestre de 2023, lo que acalló las expectativas previas de una recesión inminente.

La inflación de la zona euro ha superado su máximo (10,6% en octubre de 2022) y ha empezado a desacelerarse, impulsada por la caída de los precios de la energía y los efectos de base. Los cuellos de botella de la oferta están retrocediendo rápidamente, lo que permite que la oferta se recupere. Ello, unido a la ralentización de la demanda y a la inversión de los anteriores cambios en los patrones de consumo (desde los servicios hacia los bienes tras el estallido de la pandemia), debería conducir a una reducción de los márgenes industriales. Por otra parte, el descenso de los precios de los productos básicos, en particular los costes de la energía, se filtrará gradualmente a otros precios. Esto debería favorecer la desinflación de los bienes industriales y de consumo. Ya se refleja en las perspectivas de negocio de las empresas, especialmente en los sectores intensivos en energía.

Es esencial recordar que la crisis energética y muchas otras perturbaciones, incluidas las provocadas por cambios en el panorama geopolítico, no son choques transitorios. Debemos acostumbrarnos a un periodo prolongado de incertidumbre y volatilidad. Es vital que las empresas se mantengan vigilantes y estén preparadas para cualquier nuevo riesgo que se materialice.

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